Pronto será posible imprimir ropa en nuestra propia casa
Foto: Daria Ratiner
La impresión 3D ha cambiado la forma en la que elaboramos las cosas, desde prótesis hasta partes de aviones. Ahora, sus avances estarían cerca de llegar a la industria textil.
Diseñadores de moda ya han presentado zapatos y prendas elaborados por medio de impresión 3D, con la que el material plástico es depositado capa por capa para crear una estructura tridimensional. Un ejemplo más reciente es el de la diseñadora holandesa Iris van Herpen, quien reveló un vestido impreso en 3D durante la Semana de la Moda en París.
Está claro que la impresión 3D no reemplazará la tejeduría ni otros métodos tradicionales de manufactura, dado su costo y la todavía dificultad de obtener telas fabricadas de esta forma y que puedan sentirse como las ordinarias. De cualquier manera, los expertos no ven muy lejano el día en el que podamos imprimir ropa en las tiendas o en nuestras propias casas. "Imagina tener una prenda que te quede perfectamente y que hayas hecho a tu gusto", comentó Melissa Dawson, profesor asistente de diseño industrial en el Instituto de Tecnología Rochester, para NBC News. "Podrías personalizar el color, patrones y hasta los cortes y adornos".
Imagen: Melissa Dawson
Ropa digital bajo demanda
Danit Peleg es una de los pioneras de la impresión 3D de prendas. La diseñadora de Tel Aviv, conocida por crear el vestido que utilizó la deportista de snowboarding estadounidense Amy Purdy durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016, dijo que la impresión 3D de ropa es parte inevitable de la revolución digital.
"Antes comprábamos discos en las tiendas y ahora podemos descargarlos para escucharlos donde sea. Creo que lo mismo pasará con la moda eventualmente. La ropa será cada vez más digital", comentó Peleg.
Los primeros vestidos impresos en 3D que Peleg tenían un plástico que causaba molestia en las modelos que los usaban; sin embargo, esta pronto descubrió que el FilaFlex, material elástico que se ajusta muy bien a la figura del cuerpo, eliminó este problema. Ahora puede imprimir outfits completos, incluyendo zapatos y lentes.
Peleg también imprime vestidos y faldas que utiliza para ir a juntas y una chamarra bomber que puede ser pedida y personalizada en línea por un precio de $1,500 dólares. Ella cree que pronto la gente podrá hacer su ropa en su propia casa.
Foto: Marina Ribas
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Ventajas y desventajas
Además de la conveniencia y personalización, la reciclaje es otra gran ventaja de la impresión 3D de ropa.
La ropa convencional puede fragmentarse para crear nuevas fibras, pero solo el 0.1 por ciento de los textiles recolectados por programas de caridad realmente se reciclan. Además, los restos de la manufactura ordinaria de playeras y vestidos terminan como deshechos.
En contraste, la ropa impresa en 3D puede simplemente tirarse en máquinas mezcladoras que convierten los plásticos en polvo que puede ser usado para imprimir algo nuevo. Y debido a que la impresión 3D permite fácilmente la creación de tamaños personalizados, el proceso es inherentemente frugal con los materiales.
Pero todavía hay varios retos que deben superarse antes de que la impresión 3D de ropa pueda llegar al mainstream.
El costo es uno de ellos. Incluso las impresoras 3D más pequeñas cuestan cientos de dólares. Una capaz de imprimir ropa para personas ni siquiera es una posibilidad para un consumidor ordinario. El tiempo también es un impedimento, pues la chamarra de Peleg tarda hasta 100 horas en imprimirse.
Y claro, también está la cuestión de la comodidad. La tela impresa en 3D es más rígida que la convencional, lo que todavía es incómodo de usar. Elizabeth Esponnette, cofundadora de una startup de ropa bajo demanda, dice que la impresión 3D de ropa todavía está a décadas de convertirse en un estándar de la industria.
Foto: Iris van Herpen
Fuente: NBC News