¿Realmente ayudan los cubrebocas de tela a reducir el contagio?
Con la proliferación masiva de todo tipo de cubrebocas ante la pandemia de COVID-19, la pregunta que todo el mundo se hace es: ¿realmente ayudan a reducir el contagio?
La respuesta es SÍ. Combinado con otras medidas, como el lavado constante de manos y el distanciamiento social, los cubrebocas han probado ser de utilidad para prevenir la propagación.
La recomendación de las autoridades
En un principio, su uso no se recomendó, sobre todo en nuestro país, debido a que los expertos no conocían con exactitud el grado en el que las personas infectadas podían contagiar a otras antes de que mostraran síntomas, ni sabían que algunas podían ser asintomáticas. Después de estos descubrimientos, autoridades e instituciones cambiaron su disurso.
Ahora, el uso de cubrebocas se ha extendido notablemente, lo que ha llevado al desabasto en distintos momentos, sobre todo de las mascarillas N-95, las cuales deberían estar destinadas únicamente a médicos y trabajadores de primera línea.
Además de los cubrebocas normales, otra opción que se ha popularizado bastante es la de los que están hechos de tela, la mayoría de fabricación casera. El hecho de que puedan lavarse y reutilizarse resulta más cómodo y práctico para la mayoría.
Pedirle a la población que use cubrebocas de tela puede ayudar a reducir el contagio, principalmente de parte de aquellos que están infectados y no lo saben. Los países que impusieron su utilización y el distanciamiento social e hicieron pruebas han tenido más éxito controlando la propagación del virus.
Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos afirman que los cubrebocas de tela caseros pueden reducir el contagio hasta en un 80 por ciento.
Además, un pronóstico del Instituto de Métricas y Evaluación de la salud sugiere que, al menos en Estados Unidos, 33,000 muertes podrían evitarse para octubre si el 95 por ciento de las personas usan cubrebocas.
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¿Quiénes deben usarlos?
La población en general. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda que las personas mayores a 2 años lo utilicen cuando gente ajena al lugar donde vive esté cerca, así como en sitios donde el distanciamiento social es difícil de practicar.
Los negocios, sobre todo, deben poner de su parte para mantener seguros a sus empleados.
Aquí una guía para saber cómo usarlos correctamente.
¿Quiénes no deben usarlos?
- Niños menores de 2 años.
- Personas que tengan problemas para respirar.
- Personas incapacitadas o inconscientes que no podrían quitárselo a menos de que tengan asistencia.
Habiéndose convertido en un artículo de uso diario, los cubrebocas han aparecido de todas formas y colores. Con su efectividad comprobada, no queda más que contribuir a aplanar la curva.
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Fuentes: Mayo Clinic
CDC
University of California San Francisco